De Marvin Harris en el libro "Nuestra especie"
"Los heterosexuales occidentales tienen la tendencia a encasillar a los varones homosexuales en el estereotipo del afeminado. Sin embargo, desde los puntos de vista histórico y etnográfico, la forma más frecuente de relación homosexual institucionalizada se da entre hombres instruidos no para ser peluqueros ni decoradores, sino guerreros. En la Antigüedad, por ejemplo, los soldados griegos solían partir para el combate acompañados de jóvenes muchachos que les prestaban servicios como parejas sexuales y compañeros de cama a cambio de instrucción en las artes marciales.
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Ahora bien, está el caso del varón gay contemporáneo, forma de homosexualidad institucionalizada que probablemente no haya existido jamás en ninguna parte, excepto en la cultura occidental. Su singularidad radica en que la mayoría heterosexual norteamericana condena todas las manifestaciones del comportamiento homosexual y, hasta hace pocos años, utilizaba la máquina judicial para castigar a los culpables aun de un solo acto homosexual. Los varones gay, debido a la continua hostilidad y ridiculización de que han sido objeto, forman una comunidad separada, muy parecida a una casta o una minoría étnica.
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¿Cómo se ha llegado a esta situación? Señalé en "La necesidad de ser amado" que la sociedad necesita niños, aun cuando los adultos sexualmente activos no los necesiten. Como reacción a la perspectiva de una frustración generalizada de la reproducción, resultante de la transición de las economías industriales, los estratos sociales empleadores de mano de obra presionaron para que se promulgaran leyes que condenasen y castigasen severamente todas las formas de relación sexual no reproductora. El objetivo de este movimiento era convertir el sexo en un privilegio que la sociedad concediera exclusivamente a quienes fueran a utilizarlo para fabricar criaturas. La homosexualidad, ejemplo flagante de sexo no reproductor, se convirtió, junto a la masturbación, las relaciones premaritales, las prácticas anticonceptivas y el aborto, en blanco principal de las fuerzas pronalistas. "
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