Con las tempestades breves y comunes de esta época,
el clima con su mutabilidad constante no aburre.
Las nubes se transforman en toda la gama posible
de formas, colores y texturas.
El reloj hace que la tarde se escape por los cristales y ciñe el instante,
esperando en las incoherencias emancipadas de tus pensamientos,
que ya no te obedecen.
La calma cae entre las paredes
y lo estático hace presa del momento.
Sirve para abandonarse a los vicios del recuerdo repetitivo
de un instante dudoso.
esperando en las incoherencias emancipadas de tus pensamientos,
que ya no te obedecen.
La calma cae entre las paredes
y lo estático hace presa del momento.
Sirve para abandonarse a los vicios del recuerdo repetitivo
de un instante dudoso.
Monotonía,
hambrienta de lluvia azul
lo intensifica.

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