La escuela actual defiende la igualdad, pero se confunden los términos y lo que al final se acaba haciendo es homogeneizar, cuando en los artículos de la LOE (concretamente el nº2) se defiende explícitamente que: "El sistema educativo español se orientará a la consecución de los siguientes fines: El pleno desarrollo de la personalidad y de las capacidades de los alumnos". Un médico no manda el mismo tratamiento a todos sus pacientes inclusive cuando éstos tienen la misma enfermedad con los mismos síntomas.
España, curiosamente, es de los pocos países que incluye un artículo en su ley sobre educación que indica que esta actuación debe realizarse, y sin embargo no lo cumple (hay otros países que enfocan esta idea mucho mejor sin incluirlo en sus leyes).
El caso es que existe una escuela actual que trata a todos sus alumnos por igual, cuando evidentemente no lo son. Se procura "igualar" y realizar una pasta suave y uniforme, que no potencia en absoluto esas capacidades, mucho menos la creatividad. La estupenda frase-eslogan "Somos todos iguales" suena de maravilla y la pegaría en la maleta de viaje, si no fuera por el peligro que conlleva implícito. Nunca hemos sido iguales ni lo vamos a ser.
Si mezclas todos los colores de tus botes de pintura, al final obtienes el mismo color que en una excreción fecal. Son las diferencias las que nos aportan enriquecimiento. Si todos al final aportamos lo mismo... ¿qué estamos haciendo?
Si mezclas todos los colores de tus botes de pintura, al final obtienes el mismo color que en una excreción fecal. Son las diferencias las que nos aportan enriquecimiento. Si todos al final aportamos lo mismo... ¿qué estamos haciendo?
Entonces, al alumno que destaca por sus aptitudes (y ya se encuentran este tipo de niños con suficientes problemas porque, la diferencia tiene un coste social) se le ahoga en esa masa pasada por la batidora (ñiiiuuunn, ñiiuun) de la "homogeneización" escolar.


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