Haciendo una visita nocturna al parque nuevo que han construido recientemente en el puerto de Málaga, llamado "El palmeral de las sorpresas" al que a partir de ahora llamaré "El parque de las costillas" (véase imagen), pasé una de las noches más divertidas que he tenido en mucho tiempo.
Subimos a los caballitos de madera, saltamos sobre los trampolines de muelles, hicimos sonar los curiosos mecanismos metálicos de una campana, trepamos por troncos y cuerdas, como en una jincana, giramos y giramos en la rueda centrífuga, y nos centrifugamos, y finalmente disfrutamos de la tranquilidad nocturna, con conversaciones algo más que cómicas.
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