¿Qué impulsa a la mente emigrante? Porque que un grupo relacionado por el parentesco camine desde Etiopía hasta la punta sur de Sudamérica, aunque sea a lo largo de muchas generaciones, requiere más motivación que la simple búsqueda nómada de alimentos o del perfecto árbol frutal. Eso sugiera que los líderes del grupo tenían valentía , curiosidad y amor por la novedad, hecho que se refleja en esas almas pioneras que han emprendido los grandes viajes de la historia.
Actualmente, la ciencia médica nos enseña que lo que alimenta tal búsqueda de novedades son los mensajeros de la dopamina, el sistema cerebral de premios. El impulso excepcional del explorador emigrante reside en un extremo del esprectro de conducta genéticamente programada que llamamos temperamento. Éste es el que conforma si seremos tímidos o atrevidos, si tendremos amor o adversión al riesgo, si seremos un aventurero o una persona hogareña.
"Me he convertido en un nombre por deambular siempre con un corazón hambriento."
Alfred, Lord Tennyson, Ulysses, 1842.
Los setenta grandes viajes de la historia. Robin Hanbury-tenison. Edit. BLUME. 2007

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