Nunca Laura

jueves, 11 de febrero de 2010

No es necesario haber tenido algo para echarlo de menos. Hay cosas que llegamos a poseer de tal forma sin que hayan llegado a ser nuestras que tal vez en caso de haberlas conseguido, difícilmente habríamos logrado tan alto grado de pertenencia como el obtenido simplemente soñándolas. Así Laura. Nunca besó Laura a Paco, nunca le esperó a la salida del instituto, nunca le contó anécdotas sin importancia dejándose apartar el pelo de la cara, nunca se desnudó Laura para él. Nunca Laura. Sin embargo, en caso de haber llegado a compartir algún tiempo -algún tiempo es la eternidad- con Paco, es muy probable que no hubiera estado tan unida a él como lo estuvo sin estarlo.

Pablo Aranda

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